30 agosto 2006

LIBERTAD

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by uncle_kei

Dirán: "¡detente!, esto ya se está convirtiendo en una especie de diario".
"Es divertido", respondo.

Hoy presenté mi examen de Comunicación Oral que, como imaginan, fue una exposición tipo oratoria. No había preparado el tema, para serles sincero. Pensé que me tocaría otro día -estaba seguro por no sé qué razón de que no me podía tocar a mí-. Ya nos habían avisado que se realizaría un sorteo al iniciar la clase y que, según ello, íbamos a pasar al frente a exponer.

Entonces empezó la clase... y estaba yo ahí, suplicándole a todos los santos habidos y por haber: "que no me toque, que no me toque, que no me toque...por favor..."

La maestra llevaba con sigo una taza llena de pequeños recortes de papel con cada uno de nuestros nombres: alrededor de 35 (también estaban los que la dieron de baja, en realidad somos menos en el salón). Mezclólos... buscó una 'mano santa', "de mujer -aclaró- ellas son más santas..."

Se escuchó: "Oscar Manuel Ramírez Treviño... pasa al frente, por favor."

"NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO", respondí yo mientras avanzaba al frente. Hablé sobre la libertad. Improvise al 100 por 100. Luego difundiré mi calificación.

27 agosto 2006

24 agosto 2006

betún II



Tras unas semanitas de clases, tareas y sonrisas; de entrar y salir de un salón congelado al clima natural de Monterrey, varias de las compañeras de clases han agarrado gripe (gripa). FATAL! No he entrado a un salón (sobretodo esta semana) en donde no haya, al menos, una niña estornudando. Y lo que es peor, cada día se contagian 6 más. Ya para ayer se trataba de una epidemia generalizada. Las compadezco (a todas ellas) porque tener gripa en el verano de Monterrey no es nada cómodo. Lo bueno es que quedan ya dos días más de esta semana y espero que esto pase el fin.
Salúd a todos los enfermos y saludos a todos los demás...

21 agosto 2006

máxima...mente

Quiero contarles un acontecimiento que me sucedió ayer en el Office Max (una papelería de esas gigantes). Tenía que sacar unas fotocopias y elegí el peor día para hacerlo: el Domingo antes del comienzo oficial a clases en las escuelas en Monterrey.

Así las cosas, fui a Office Max (en Lázaro Cárdenas) que, como ya esperaba, estaba abarrotado de cosas y de gente. Claro, los mexicanos dejamos hasta el final los pendientes: las mamás de San Pedro no hicieron la excepción. Ahí estaban, desesperadas todas, comprando productos y provechos, depositando álbumes y cuadernos en los carritos de súper que dirigían con el nerviosismo típico de una señora que es conciente de que va a tener que dedicar toda la noche para forrar; todo aquel furor sólo por que en TODAS las vacaciones no se dignaron a dejar el televisor o la playa o las TVnotas o...

Y ahí estaba yo, antes que cuantiosas señoras irritadas o exasperadas, esperando tranquilamente a la fodonga muchacha de las fotocopias. En un determinado momento, mirando ella el modo de las señoras detrás de mí, se dignó a preguntarme: “¿qué tanta prisa tienes?” como diciendo: “ya viste a las señoras, ellas sí tienen prisa mientras que tú…”. No hablaré más de dicha ofensa, el hecho es de que mi semblante cambió y dije: “Mira, ¡tú saca las copias y ya!” a lo que ella no tuvo más que obedecer.

Después de aquél evento y ya con un poquito de mal humor, comencé la fila para pagar en la CAJA RÁPIDA, a la cual no puedes pasar si tienes más de 10 artículos. Era la fila con menos gente, como suele suceder. Ahí me formé políticamente y esperé. Después de 15 o 20 minutos y antes de que me empezaran a cobrar, recordé algo: ¡mi cuaderno! Faltaba un cuaderno. Entonces dije a la cajera: “Señorita, comience a cobrar, voy por mi cuaderno”. Precipitadamente corrí al pasillo de los cuadernos; tardé menos de 20 segundos; y, cuando llegué de vuelta a la caja “¡oh sorpresa!” una señora me miraba recelosamente mientras cobraban sus artículos y no los míos. Ésta llevaba -no miento- un carrito con más de 200 productos y yo…

En ese momento aparecieron sobre mis hombros el diablito (ese siempre llega primero) y el angelito. El diablo me decía: “grita, repela, exige”; el ángel, en cambio, susurraba (como suele hacer): “paciencia”. Le obedecí, con mucha molestia, al segundo. Cabe recalcar que, en cinco minutos, tenía una cena en mi casa.

Terminó así la señorita de la caja de cobrar los productos y exclamó: “son cuatro mil seiscientos treinta y tres pesos con sesenta centavos”. La señora, sin perturbarse, sacó de su bolso el famoso plástico: su tarjeta de crédito. AQUÍ VIENE LO BUENO. Ante la tarjeta de crédito, la señorita de la caja hace un gesto y dice: “uy, señora, como esta caja es de menos de 10 artículos, aquí no tenemos maquinita; no aceptamos tarjetas de crédito, mire el letrero”.

Imagínense la cara de la señora.

Ahora imagínense mi cara.

La historia termina en que salgo del Office Max y llego a mi casa a tiempo para cenar.

20 agosto 2006

paranoid

¿Te parece que el presente blog es, en veces, superfluo, redundante, prolijo y siempre falto de opinión consistente?, ¿crees que los artículos están naturalmente inmersos en un contexto (una “burbuja”) bien determinada?, ¿piensas que falta completa objetividad en los textos y que las fotografías son sólo un reflejo de que no hay ‘algo’ claro?, ¿crees que no hay una propuesta clara o un argumento tajante?, ¿piensas que faltan discusiones y argumentos filosóficos, políticos, etc.?

Te diría que tienes razón, que estás en un blog que es así; que igual y su autor no lo sea pero que es originario de un mundo que lo es; que no me interesa eso o que no tienes razón; que te escondas; que me dejes en paz; que te vayas; que…

-“¿Quieres un jarabito?”

-“Paranoico”

13 agosto 2006

vuelta a clases

¡Así es!, regresamos a la vida ordinaria, al tráfico de estudiantes por las escaleras, a las pasarelas diarias de superficialidad, al corriente sonido de las múltiples conversaciones por los pasillos...

No hablaré de la manera en que me preparé para el comienzo de clases porque no existió tal, no hubo momento para siquiera pensar en el evento. Voy a guardarme, asimismo, todos los comentarios que han podido surgir a partir de las clases; no quiero decir nada de aquello hasta que sea oportuno.

...

Tres palabras (cambio de tema) sobre mi primer día de trabajo: interesante, útil, sorpresivo (conste que digo sorpresivo y no sorprendente).

LES DEJO

10 agosto 2006

El Ángel

"Que el hombre no sea indigno del Ángel
cuya espada lo guarda
desde que lo engendró aquel Amor
que mueve el sol y las estrellas
hasta el último día en que retumbe
el trueno de la trompeta.
Que no lo arrastre a rojos lupanares
ni a los palacios que erigió la soberbia
ni a las tabernas insensatas.
Que no se rebaje a la súplica
ni al oprobio del llanto
ni a la fabulosa esperanza
ni a las pequeñas magias del miedo
ni al simulacro del histrión;
el Otro lo mira.
Que recuerde que nunca estará solo.
En el público día o en la sombra
el incesante espejo lo atestigua;
que no macule su cristal una lágrima.
Señor, que al cabo de mis días en la Tierra
yo no deshonre al Ángel."

Jorge Luis Borges

09 agosto 2006

polvo y sudor


Dos palabras dentro del cajón: polvo y sudor.

El polvo siempre ha significado muerte, soledad y alergias.


¡Cuán suciedad trae consigo el polvo!



El polvo contiene partículas microscópicas de polen, moho, fibras de la ropa y otros tejidos, detergentes e insectos microscópicos (ácaros).



¡Pero si en polvo nos convertiremos nosotros también!


De polvo venimos y al polvo vamos.


POLVO, POLVO, POLVO


03 agosto 2006

a ti anónimo


Anónimo:

Quiero dedicar un "espacio especial" para agradecerte con la mayor gracias tus múltiples comentarios en este blogg.
Gracias a ti y a tus motivaciones, podemos seguir trabajando día a día.
Gracias a tu forma de pensar y a tus frecuentes críticas, sale cada post.
Gracias a ti, puedo publicar este mensaje.

Gracias.

puras maestras

Bien.
Debo confesar que estoy algo (muy/mucho) traumado por la siguiente situación que posiblemente ya intuyeron a partir del título.
Así es: este semestre tengo pura maestra.
Nunca en mi anterior recorrido de la vida he experimentado tal experiencia. Recuerdo solamente a "la cubana" y a la llamada por todos "Blancanieves". Fuera de ellas, nadie. Luego les contaré. A ver qué sucede.

Filosofar

Hoy, que casualmente llegaron a mis manos necias los cuadernos que usaba para Filosofía -nótese que sigo diciendo cuadernos-, me di cuenta de 3 cosas:

1. Que siento haber dejado la más alta de las ciencias pero que no me arrepiento de haber vuelto;

2. Que me divertía mucho en el salón de clases -aprovecho para agradecer a todos mis compañeros de ahora 5to semestre-;

3. Que, definitivamente, mis cuadernos se quedaron con todo el conocimiento, mientras que yo...