31 diciembre 2008

nuestra generación


"Y, ¿cuáles son las características de nuestra generación? si se puede hablar de una "nuestra"" -nos preguntamos los cuatro.

Al último que escuchamos hablar del término, así generalmente, fue a Pepsi, con ese slogan tan sonado: "la bebida para la nueva generación". ¿Qué generación?, yo les preguntaría a los mercadólogos que generaron esa campaña, ¿qué especies meteremos en una categoría generacional?

Hablan de la "Generación Why", de los "Millenials", de los "Internet Generation", los "Google Generation", "iGeneration", etc. En ellas la televisión (sus contenidos), el internet, el terrorismo, y la desintegración familiar son elementos comunes.

No quiero que "el cambio de milenio" me identifique, pero a la vez es inevitable, no puedo salirme de esta burbuja socio-histórica-cultural. Creo que somos más que un conjunto de elementos y sucesos historicos con los que definitivamente nos identificamos, pero no nos determinan.

Me gusta pensar en nuestras fortalezas, las fortalezas de nuestra generación. Las hay.

Terminamos la cena con unas cervezas bien frías. Acordamos que nos veríamos otra vez.

24 diciembre 2008

estrés prenavideño

Se acerca la nochebuena y, mientras llega, el nerviosismo invade las conciencias -la vida entera, quise decir- de las personas. Parecería que la energía positiva brota hasta las 12; sólo entonces la gente saca la mascara alegre de su bolsillo y se olvida del estrés prenavideño.

Y es que nos da miedo "vernos mal" en Navidad; nos da miedo que ya no nos quede la ropa para estas fechas; haber gastado más de lo suficiente en regalos o no haber comprado lo que teníamos qué; decidir “con qué familia toca”; quién va a llevar qué; y mil “provocaciones” más.

Entiendo poco esta crisis. Más bien la alegría tendría qué ir acumulándose hasta no contenerse, y estallar a las 12.

Yo les dejo con un video:


22 diciembre 2008

Gigante verde

El montañismo es uno de los “deportes” más relajantes que existen.

Lo pongo "entrecomillas" porque, de escucharme José Manuel, indicaría que es mucho más que eso, “es una forma de vida –diría-, de ver el mundo que los rodea”.

José Manuel es algo así como el perfecto paradigma del guía de montaña: botas, calcetín alto, shorts, camisa a cuadros, barba y gorra. Él dirige un grupo de alto montañismo. ¿Su frase? "Yo soy de la alta montaña. Allá arriba soy, acá abajo sobrevivo." -Evidentemente no es literal-.

De vuelta a casa, José Manuel charlaba de eso y de otras cosas con Fátima, mientras que yo -en mi mononeuronalidad- pensaba en la excusa que daría a mi madre cuando viera el estado en que llegaba yo a casa. “¿A dónde te metiste?” estaba seguro que iba a exclamar. Pero llegué y no había nadie. Sólo Santiago, que estaba enfermo e inexpresivo. Tuve qué señalar el lodo en mis pantalones y en mi cabeza: “¡mira!, ¿no ves?, ¡mira cómo vengo!”.

Y es que subir el Cerro de la Silla, ese gigante verde, no es cualquier cosa (si no me creen, pregúntenle a Jimenita o a su “¿cuánto falta?”, que comenzó a los 5 minutos de haber comenzado a subir).

Yo no dudé en mi “grandiosa” habilidad de montañista y de mi “amplia” experiencia en los deportes de altura. Además, dije, como tengo buena condición física, no creo tener problema alguno. (Quien me conozca sabrá que un porcentaje de la anterior oración es absolutamente falso. Continuemos).

Bien. Tomé mi mochila, me hice mi torta, un breve desayuno y en eso ¡Jamiroquai!, ¡mi celular! Era Fátima: “cómo vas, ¿listo?” y yo, fingiendo mi estado modorro “sí… este… ahora salgo”.

6.00 de la mañana.

Batallamos un poco para dar con el punto de partida -pequeño inconveniente-; prometimos utilizar Google Maps para la siguiente ocasión; llamamos a José Manuel y nos clarificó el camino: "vuelta en 'u' en el alto parpadeante, y, en la primera, a la derecha".

Estábamos listos para salir poco antes de las 7.00 am.

La primera mitad fue sencilla. En la carbonera perdimos a nuestros primeros hombres. El ánimo general, sin embargo, era positivo. La "moralidad" -como dicen en los libros de historia- era alta. Y así fue hasta la cima. (Quizás unos 20 minutos antes de llegar al pico pedí como 32 veces un descanso, pero, fuera de eso, la subida fue espectacular. Además, la conversación -una compartida- en el camino lo hizo mucho más corto).

La llegada a la cima fue inesperada. De pronto vimos a Juan Manuel detenerse en un punto y comenzar a felicitar a todos. ¡Ya estábamos ahí!, pero la neblina impedía ver a más de unos metros. Nos sentamos a comer y en poco tiempo comenzamos el descenso.

Acá salimos (quizás salimos sea mucho decir, yo apenas salgo muuuy, muuy al fondo) en video: http://www.youtube.com/watch?v=IQ1kISmTbMw

Al minuto tres, una vez en "la bajada", pequeñas gotas de lluvia se dejaron ver entre las rocas, sobre ellas, en la tierra y en nuestros hombros: estaba lloviendo. Eso implicaba dificultad para bajar. Los resbalones empezaron poco tiempo después y, con ello, las rodillas a temblar. Llegó un punto en el que me desplomé, cual lagarto, en el suelo. El guía trasero (tiene un nombre también, pero no me lo recuerdo) no me decía nada. Sólo llamó por radio a Juan Manuel, quien me rescató.

A decir verdad perdí la moralidad al punto en que perdí mi apuesta. Yo juraba que faltaban 23 minutos, cuando, en realidad, faltaban como 2 horas de resbalones y hortiguilla -creo que así se llama esa planta que arde y envenena-.

Poco tiempo después de desfallecer y revivir estábamos abajo, victoriosos y con un frío de miedo. Pasamos el túnel y pisamos pavimento. Miré de reojo el cerro. "Ahora te respeto", me dije.

Y apagué la luz.

15 diciembre 2008

Era de las pantallas, LA (blockbuster style)


Hoy me siento mareado. Son las pantallas, que me provocan este mal. Éste y muchos otros. Amanecí perfecto, pero llevo -hasta este preciso momento en el que te escribo- más de 10 horas frente a ella. Y ¿ella?, ella sólo me mira. Hoy no me quiere hablar; hoy se queda callada. Porque decidió manifestarse con lenguaje no verbal -como diría Josefina-.

Lo peor es que nadie me obliga. Ella sola y sus colores; ella y sus pixeles, su pequeña manzanita en la garganta. Ella, me atrae. No me le puedo despegar. Guardo no más de unos centímetros de distancia. Y así nos comunicamos. Todo el día.

Se convierte, ella, la pantalla, en un problema. Porque luego intentamos encontrar en la realidad -sacárselo a la fuerza- lo que sólo ella nos puede dar. Porque, eso sí, la primera, la pantalla, nos acostumbra y luego se marcha. Se apaga.

Queremos que la realidad nos de ese mismo color; ese movimiento. Es impresionante cómo preferimos la violencia -quedarnos mirando un choque que acaba de ocurrir-, que el amanecer. Y perdemos de vista lo impresionante de nuestro mundo. Ella, la pantalla, tira un ancla a nuestras pupilas, y las deja electronica o magnéticamente atadas -cualquiera de las dos, escojan-.

Yo tengo una vista impresionante desde mi oficina. A veces paso sin cuidado. Y a veces, yendo sobre la carretera, no miro más que a las montañas, a ese valle impresionante lleno de luz. A veces sólo me fijo en las hojas, que caen de los árboles lentamente, y en su movimiento; fijo mis ojos en las nubes, con sus borregas formas; miro el reflejo del sol.

A veces quisiera quedarme todo el día mirando a mi Monterrey, en lugar de ella, la pantalla.

11 diciembre 2008

oh muse, tell me...

Tell me, Muse, of the man of many ways, who was driven far journeys, after he had sacked Troy's sacred citadel. Many were they whose cities he saw, whose minds he learned of, many the pains he suffered in his spirit on the wide sea, struggling for his own life and the homecoming of his companions.

—Homer 8c

07 diciembre 2008

la cité

Hoy volví de la ciudad de México. Ella -la ciudad, la metrópolis- me trató excelente: grandes risas, momentos para recordar y nobles recuerdos -valga la repetición de palabras-.

Se generaron miles de posts en mi cabeza pero, ¿cuál de ellos escoger para redactar? Irán saliendo en la semana y hasta fin de año. El DF, con todo y sus DFectos, es una bella ciudad: hay qué descubrirla, pero lo es.

Escribí así de México (chilango) casi cuando iniciaba el blog.

04 diciembre 2008

un sobrecito de te

Ella sólo se fue; sí inesperadamente. No dijo nada. Salió enojada –inmensa- pues le habían echado leche entera, en lugar de light.

Yo, no podía creerlo. Me quedé como pasmado, ahí parado en mi individualidad –había amanecido disperso desde la mañana. Y recordé a mi maestra de redacción, segundo semestre en Filosofía, “una oración se compone de sujeto verbo y complemento.”

“Señor, señor… ¿qué va a pedir?”, ah, lo siento ehm… quiero un té verde con limón alto, y un moka frapuccino venti. Me subí a mi coche. Abrí la guantera y coloqué el café y el té.

Ella llegó a su casa, se sentó a la mesa y no dijo una sola palabra. Su madre se quedaba mirándola. No se decían nada.

Comencé a escuchar el claxon del auto de atrás. El semáforo estaba en verde. Avancé. No estaba presionado. Bajé las ventanas del coche. De cuando en cuando miraba de reojo al café y al té, que debían mantener su postura.

La madre comenzó su ensayado discurso. Ella, la niña, hizo una seña muda, como si volteara las páginas de un libro. La madre le pasó su libretita.

De pronto me topé con un camión de carga, que estaba subiendo lentamente. Yo iba bien, pero él me hizo la seña (direccional + mano que hacía indicaciones de que lo rebasara). Y lo propasé en un nervioso arrancón.

Ella. Ella comenzó a llorar.

Y el té de limón cayó en la guantera.

03 diciembre 2008

Electrifica al mundo diplomatico (del NYT y el Universal)


Electrifica al mundo diplomático la designación de Clinton

Elegida por el presidente electo Barack Obama para ser su sercretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton cuenta con un currículum un poco ligero en comparación con sus predecesores.

The New York Times*
El Universal
Washington, D.C. Miércoles 03 de diciembre de 2008
08:21


Hillary Rodham Clinton no habla ningún idioma extranjero, pero ha visitado 90 países. Nunca ha negociado un acuerdo entre dos partes en guerra, pero un discurso que ofreció en Beijing en 1995 sigue siendo citado por activistas de los derechos de la mujer en todo el mundo.

Seleccionada por el presidente electo Barack Obama para ser su secretaria de Estado, Clinton tiene un currículum en muchas formas más ligero que el de sus predecesores. No porta las décadas de conocimiento académico y político que Condoleezza Rice llevó al trabajo, ni la sapiencia militar de Colin L. Powell, o siquiera la experiencia de Warren Christopher como subsecretario de Estado.

Tampoco tiene la clase de relación cercana con su jefe que tuvo James A. Baker III. Ni la credibilidad de Madeleine K. Albright o Henry A. Kissinger, cuyo mismo lugar de nacimiento --Praga y Baviera-- les daba un aura de sofisticación que agregaba lustre a sus credenciales diplomáticas.

Y sin embargo, la selección de Clinton ha electrificado un mundo diplomático en el que los funcionarios pueden ahora tener la expectativa de sentarse frente a frente con una ex primera dama y candidata presidencial estadounidense, con todo el drama que conlleva la historia de los Clinton.


.... sigue en http://www.eluniversal.com.mx/notas/560102.html

25 noviembre 2008

marteses

Los martes por la noche llego a mi casa sin aliento; es un día en que corro, corro, corro. Y es que los martes no tienen esa vida que puede tener un lunes, el primer día después del fin; o ese intermedio que puede representar un miércoles. Ah, ¡los martes!

Existe un momento, sin embargo, en el que el tiempo se congela; en donde el martes parece viernes. Ése se da cuando doy una clase de catecismo, mi "responsabilidad religiosa".

Es extraño pero comenzó el semestre y esos niños parecían demonios. Al inicio, me asombraba su posmoderno tono: "deja de verme, ¿sí?" -decía un pequeño de 12 a uno de 11 años, ante la pregunta de éste "¡hey!, ¡yo te conozco!, ¿estás en mi colegio, verdad?". El mayor le dijo después: "vuélveme a ver así y te golpeo como nunca, pendejo". Había mucho que hacer, así las cosas.

Ahora ha pasado un poco el tiempo. Ellos no han dejado de ser pequeños demonios, pero ahora están un poco más interesados y, hasta eso, muestran algo de humanidad ya. Entre las muchas historietillas contables, está la del alumno de Rodrigo, que dijo: "yo pienso que en el infierno, el diablo se burlará de nosotros aventándonos bolitas de tapioca con popote".

Nos tomaron ya la foto para la "memoria" y, hasta eso, salimos bien. Prometo ponerla después.

Hoy, mientras los veía correr; mientras se escapaban de mis manos cuando jugábamos fut al final, pensaba: "quiero que me contagien esas pilas que traen siempre". Entre carcajadas, David G de la T y yo coincidimos: éste, en contraste con los andares diarios, es el momento de relax.

*En memoria de su abuela.

24 noviembre 2008

dicen que dicen

Dicen que nuestro cerebro humano puede recibir, soportar e interpretar ciertos - y sólo ciertos- porcentajes de información.

Dicen que, en semanas de finales, esos porcentajes pueden acercarse a sus topes, provocando actitudes adolescentes en personas que parecían haber superado esa etapa de su vida.

Y dicen que yo... dicen que yo ya llegué a mi tope.

16 noviembre 2008

pont malade


Describiría la semana pasada como inmensamente destemplada. Y es que se sumaron los acontecimientos políticos-económicos globales, con los personales; las noticias, esta vez, podrían resumir mi diario andar. Porque si la bolsa marchaba hacia arriba, mi bolsillo maravillosamente encontraba peso; y ¡hay de mí! cuando la bolsa bajaba. ¡Maldita crisis!, ¿quién es el culpable?, ¿Bush?, ¿la guerra? Michael Moore quizás respondería afirmativamente. ¿Yo?, no sé.

Además, cerramos exámenes de tercer periodo y tuve un fuerte "esplin" de injusticia social.

Necesitamos una limpia global. Generalizo una recomendación de “las chicas Olinalá”. Pero, quién podría hacer esa “limpieza mundial” sin contaminarnos. Dicen que si la “energía” del que la realiza –la limpia- no es lo suficientemente poderosa, entonces uno –el que se la realiza- podría verse afectado para siempre; su aura podría quedar contaminada. Quizás alguien ya lo intentó con el mundo, y por eso sufrimos del calentamiento global; quizá nuestra(o) aura esté dañada.

Espero nunca tener que hablar de brujería en Los Secretos de la Razón. El presente episodio, el titulado “La humanidad, sus adicciones y la Filosofía”, fue catastrófico; apenas logramos atar los temas.

Cerramos la semana con Sicko, té con limón y una mediana gripa. Éstos –los vientos que se intrometieron en la ciudad- enfriaron de más los pies y la cabeza de muchos. Yo, entre ellos. ¡Ni modo!: paracetamol.

Lo bueno es que tenemos puente.

10 noviembre 2008

y mi auto?

Éste, como otros sábados, acudí a un cantabar reconocido del centrito valle. Como otros sábados me estacioné por allí... "esquivé" el ballet parkin', que cuesta 60, más propina. Me "parkié" a gusto, a unos pasos del lugar.

Según David, yo "estaba salado" ese día. Unas horas antes, había roto la llave de su casa en un intento por entrar -se quedó atorada en la chapa y la forcé para que girara: mala opción"-. Además, habíamos, ambos, "sufrido" un "accidente" generacional -perdón por todas las comillas, pero son necesarias-.

Fue así como decidimos dirigirnos a tal cantabar. Íbamos en mi auto, lo estacioné cerca de una esquina. Entramos al lugar -tuvimos que pagar, aunque llevábamos pases- y -primer acierto- nos invitaron las bebidas: "hey, qué van a tomar", dijo uno que no parecía mesero, "nada", respondimos con inseguridad -no queríamos gastar-. E insistieron, "vamos, ¿qué les traigo?". No tardamos mucho en reaccionar "¡nos quiere invitar!". "Bueno, sería...". Y pedimos nuestras bebidas (hago un paréntesis para agradecer a ese señor, que nos pichó las bebidas de la noche).

Poco después salimos. La edad promedio era de 17, si no menos. Recorrimos la avenida y comencé a presionar el botón de "abierto" en las llaves de mi auto. No sonaba nada. Las lucecitas parpadeantes no parpadeaban. Ya no estaba mi carro.

"Wey, esto nos faltaba" dijo David. Yo me quedé en silencio. Se habían llevado el carro al corralón.

Y en vez de gastar nada, ese fin mi cartera perdió 600 y feria pesos. Ya les contaré cómo lo saqué.

07 noviembre 2008

amo la libertad

A la libertad, es difícil no amarla. Sueño con un mundo en donde podamos todos tender a ella y gozarla.

Me pesa la historia y sus esclavos. Pero me cuesta más pensar en las nuevas formas de esclavitud.

Amo la libertad: poder decir lo que yo quiera; sin miedo, sin temor. Amo el poder que nos da la comunicación y la libertad también del -los- que nos escucha -n-.

Toma el pasaporte del mundo, toma tu premonición y gózalo.

04 noviembre 2008

actitudes filosóficas


De filósofo tengo poco, sólo eso que tenemos todos ("de médico, filósofo y loco, todos tenemos un poco"). Ayer lo constaté cuando dejé las llaves de mi auto pegadas en la chapa de la puerta exterior de mi casa.

Sólo tiempo después me percaté, cuando mi padre entró a la casa repitiendo mi nombre varias veces "Oscar, Oscar, Oscar", con las llaves en mano.

Es divertido ser despistado. Pienso que de viejo me tendrán que instalar una playera que diga: "soy Oscar, vivo en la calle 'x', si me ves repórtame a este teléfono: bla, bla, bla..."

Son pocas las cosas que jamás podré olvidar: que existo, que soy mexicano y que hoy son las votaciones en los EU. Voten.

31 octubre 2008

La muerte, los muertos y la pena (de muerte)


El tres de mayo de 1808 en Madrid o Los fusilamientos en la montaña del Príncipe Pío; cuadro del pintor aragonés Francisco de Goya, Museo del Prado, Madrid.


Pienso cómo sería un cuadro que Goya hiciera sobre situación mexicana actual. Pienso en la explicación que después realizarían "los expertos", intentando describir ese sentimiento.

Ayer, concluimos más bien que México necesita educación; necesita crear visionarios, "lo que México necesita es volver a soñar..." dijo Jorge, estudiante de derecho de la UDEM, invitado especial de Los Secretos de la Razón. Con esas palabras concluyó nuestro debate de dos horas sobre la pena de muerte, un tema que desató controversia en el mundo en estos últimos meses -y que lo ha hecho en las últimas décadas, y en los últimos siglos-.

¿Cuál es el camino para solucionar esta situación?, ¿es posible hablar de una salida?, ¿tenemos las herramientas para tomar esta decisión?

Y es que, ¿cómo solucionar un problema como el de la pena de muerte cuando estamos todavía resentidos con aquellos secuestradores?, ¿cómo actuar fríamente cuando estamos ardiendo por dentro?

Agradezco, por parte de todo el equipo de Los Secretos de la Razón, a nuestros invitados, a nuestros radioescuchas y a los que se atrevieron a llamar al programa. Tuvimos un buen resultado.

27 octubre 2008

El "cuarto de control"

“I was told early this morning that, perhaps, our troops were captured, and, if there is somebody captured, I expect those people to be treated humanely.”
Gerorge W. Bush, presidente de E.U.A.

El cuarto de control, un aparador de guerra

Control Room es un aparador de la percepción internacional ante la invasión –algunos dicen, injustificada- a Irak; un estante en donde Al Jazeera es claramente –quizás probadamente- el personaje protagónico y el gobierno de Bush el antagónico.

El documental se centra en tres interlocutores principales: los directivos y reporteros de Al Jazeera; el CETCOM (US Central Command), con la voz principal del teniente Josh Rushing; y algunas otras organizaciones (FOX NEWS, CNN, CBS, etc.) que, de alguna manera, cubrieron la Guerra de Irak en 2003.

Quizás un cuarto actor sea Donald Rumsfeld, secretario de defensa del gobierno de Bush, que aparece en diversas ruedas de prensa, quejándose de la naturaleza propagandística del canal Al Jazeera.

Éstos maniquís –juguemos con nuestra analogía-, traen puestos cuatro grandes vestuarios-tópicos: el del papel de Al Jazeera en la sociedad árabe, que –recalco- es el más evidente; el del objetivismo de los hechos contra el perspectivismo de la prensa mundial; el de las tendencias en los medios –pintados de derecha o izquierda, de árabes o cristianos, etc-; y el de la libertad de expresión.

(... se retiró el artículo completo por no agobiar al lector)

26 octubre 2008

nosotros, ustedes y fobos

“Vámonos”-dije. “Pero, ¡no tenemos dónde dormir!” –respondió, “y, ¿qué importa?, es parte de la aventura”-contesté- “ya lo he hecho, anímate”.

Salimos, así, de Monterrey, a las once de la noche.

El cielo se dibujaba estrellado; la luna, nueva. En mi cabeza sólo estaba el ideal de descanso “fuera de la ciudad” y, de pronto, como de rebote, el “¡no planeaste nada!, ¿a ver cómo te va?”, que me restregaba uno de los integrantes del equipo.

Conectamos el i-pod y tomamos la carretera. La noche estaba especial. Acamparíamos en la montaña, al ras. No teníamos tienda, no llevábamos equipo especial. Era una buena aventura: uno de esos planes en donde el chiste es decir “vámonos”, esperando cualquier cosa y confiando solamente en –quizá- “el destino”.

Alcanzamos, en unas horas, los pies de la montaña. En las calles del pueblo sólo vimos borrachos seguidos por chiens désespéréshopeless dogs”.

Dejamos el auto en un lugar seguro y comenzamos a caminar. No había más luz que la de una lámpara recargable con poco carácter; una que duró menos de 20 minutos encendida, y luego, como pío, se apagó. Caminamos así, en la sombra, inciertos y hacia la montaña. Cargábamos nuestras mochilas, sleeping bag, y algunas bebidas para la noche.

Éramos tres jóvenes de ciudad –un ingeniero, un abogado y yo- en búsqueda de “una experiencia diferente”. Y, mientras la vía se cerraba y el bosque tomaba profundidad, Fobos –nuestro miedo- comenzó a surgir. Estábamos cada vez más seguros de una cosa: de seguir, la noche nos perdería en el bajío de la nada.

El aire trasladaba las ondas de la radio de las rancherías vecinas y, entre ellas, ecos de voces alcoholizadas. Y después de varios minutos así, sin encontrar el punto exacto para acampar seguro, vimos dos cabañas…

(continuará)

20 octubre 2008

agua y azufre

Un baño termal de agua y azufre es la más atinada combinación para una transpiración perfectamente desagradable. Lo contrario a untarse desodorante. Y es que cuando un cuerpo cualquiera se introduce en pozas azufrosas a 40 grados, lo más normal es que, al salir, apeste.

Cuando escucho la palabra azufre, recuerdo su olor penetrante (que es parecido al que despide la fábrica de cierta compañía, al lado de cierto colegio); recuerdo, también, la primera vez que esquié en agua (fue más que catastrófico, había peces muertos por todos lados por la cantidad de azufre que despedía la presa); y recuerdo, no me pregunten por qué, la película de Shrek (deben mencionar el azufre en alguna parte de la película).

Sin embargo, entre los recuerdos, hay un intruso. Se intromete entre lo desagradable, lo excelso; entre lo sucio, lo relajante; entre lo pueril, lo higiénico, lo saludable: los baños de San Fermín, un oasis.

Se viene a mi cabeza la mezcla perfecta entre sol, unas excelentes vacaciones de fin de semana, brisa, "cotorreo" con los buenos amigos, gasolina, relajación, sombra y carreteras bajo increíbles montañas estilo Tolkien.

Hasta ahora he ido allí dos veces. Las experiencias han sido completamente distintas en ambas ocasiones, pero, el factor común es esa sensación de que, allí, no existen los problemas; allí, se va la crisis; allí desaparecen todos los temores; allí... el olor desagradable se convierte en frescura.

Lo mejor es la construcción, en donde se pierde la temporalidad. Es -que un arquitecto lo aclare- una mezcla de columnas y sobriedad; domos y elegancia; sótanos, escaleras, agua, cantera y ladrillo. Es como estar en un baño romano.

El lugar está en la zona desértica ubicada en el límite entre Nuevo León y Cohahuila, escondido entre la arena y las montañas. Recomendable al cien.

17 octubre 2008

es una locura

El mundo está loco, concluimos ayer en Los Secretos de la Razón.

Celebrábamos una emisión más, justo después del mensaje de Calderón sobre la radio, la televisión y la importancia del desarrollo de las comunicaciones en México.

Y, mientras el estrés devoraba las neuronas de muchos ciudadanos del mundo, nosotros nos congratulábamos porque "todavía podemos hablar de otras cosas". De ésas que desestresan. Porque -concordamos- no todo es crisis económica; no todo son las nuevas políticas de educación o las Hummers que regalaron a los sindicatos; no todo es el dinero que se roban los políticos y la reforma energética en México; las leyes a favor del derecho al aborto; no todo... También existe la locura, que nos invade.

Nos detuvimos.

Reflexionamos.

Y luego dijimos que, más bien, probablemente era una locura no hablar de ello, cuando nos corresponde -como medios de información- brindar alternativas de solución.

¿Cómo presentar al pensamiento como una alternativa de solución?, ¿puede la Filosofía ser una opción en pro de las situaciones críticas que vivimos hoy?

Les invito a escuchar todos los jueves a las 6 de la tarde Los Secretos de la Razón... un programa en donde damos Filosofía, música y vida.

13 octubre 2008

la voz de post.pluma, en la radio

El final de la fiebre EMO

Hace algunos meses/años comenzó la fiebre EMO (de hecho comenzó en los 80's, pero no fue hasta finales de los 2000's que vino la comezón y luego la fiebre).

Resultaba entonces que todo lo relacionado con skinny jeans o cabello sobre la frente; con actitudes suicidas, depresión, incluso tristeza; con sangre; con deseos de asesinar a cualquier persona que se atravesara; las prendas negras, rosas, moradas; las canciones punk con dejos de melancolía... y una larga lista de conceptos podrían llegar a relacionarse con lo EMO.

Lo EMO estaba de moda y nuestros adolescentes -no sé si quepamos nosotros allí- se veían empapados en ese ambiente. En El Norte dedicaron varios reportajes a explicar el fenómeno y, a mí, hasta cadenas de e-mails explicando el "término oficial" me llegaron: cuidado con lo EMO.

Todo un boom emos, ¡muchas felicidades!, pero hoy día... los EMOS ya son un tema del pasado. Hoy día, hasta resulta trillado hablar de lo EMO. "Es porque murió. Ya pasó.", me dijo un puberto amigo... Yo pensé: "¡Ni modo!" -como dicen los panorámicos cuando sales del estado de Coahuila.

Pienso que les faltó sustento emos, les faltó ser un poco menos depresivos y más agresivos. Y luego, lograron ser totalmente comerciales, cosa que no querían... ¡pobres emos!

Mi hermano mayor dice que todavía queda la cicatriz de la fiebre; que por ahí hay ciertas bandas que se autodenominan emos... yo pienso que nos dieron ya todo.


PD: Si eres emo y todavía te consideras emo, por favor, mándame un mensaje... quiero pensar que no has muerto.

06 octubre 2008

101 Dálmatas, 202 Entradas (Posts)

Estamos celebrando el cumpleaños número doscientos dos de este blog. Felicidades a todos los lectores y a mí, porque -la verdad- nos lo merecemos.

Ante un mundo revuelto, un globo en crisis generalizada, nosotros celebramos.

¡Arriba! -diría al son de una película doblada.

Vamos, cuando tus pies están lejos del dinero, que es por donde pasa el terremoto; cuando tus pies están firmes en... en cualquier otra cosa, ahí, lejos, no se siente nada.

Nosotros celebramos, mientras Bruce Springsteen, un cantante de rock gringo, culpa: "La Presidencia de Bush ha sido un auténtico desastre y muchos ciudadanos han perdido justificadamente la fe en el sueño estadounidense".

¿Sueño estadounidense?... yo creo que muchos en Axtla, así como la mayor parte de los pobres mexicanos, lo siguen -seguimos- teniendo. ¿Qué significa el bienestar Bruce?, me gustaría preguntarte.

Hoy, lunes, amanecimos también con una bolsa mexicana que inicia sus operaciones con una baja de 5.10%, ¡qué cosas! Yo -mejor- estoy más bien de acuerdo con mi amigo Benedicto, quien declaró, "el dinero desaparece, no es nada; así todas las cosas que parecen realidades en las cuales confiamos son sólo de segundo orden (...) por ello debemos cambiar nuestro concepto de realismo"

Les dejo...

03 octubre 2008

vuelve la efervescencia

"Algunos de esos teólogos y científicos modernos..." -no es literal, pero supone ser parte del discurso inicial del niño predicador.

Instrucción primera: Este discurso no tiene ninguna unidad, no lleva a nada. No tiene introducción, desarrollo o conclusión.

Comienzo: Vuelve la efervescencia por los blogs y por las armas. Temo que los temas -suena bien- que se toquen en mi blog puedan ser de nuevo superfluos, trillados y, quizá, lo bastante post-modernos como para que me cambien. Cambien de canal, cambien de blog. Háganlo, por favor, porque, en serio, cuando hable de política, de filosofía, del mundo, de los jóvenes, de las revoluciones sociales que propongo y de las mil tonterías que pasan por mi cabeza día a día, lo considerarán absurdo.

Alguna vez ese miedo -el miedo de que esta porquería no sea lo suficientemente sabrosa- impidió que escribiera. Pero se acaba -me refiero al miedo, no al blog-. Verás, enfrentar los miedos es una de las situaciones-sentimientos más apasionantes que existan. Y quizá efectivamente nadie lea de hecho este blog. Lo importante es escribir.

Termino: Vuelve la escuela, vuelven las reprobadas injustas y los negocios cotidianos. Pero también vuelven los chismes, los videitos de you tube, vuelve el alcohol, vuelve la diversión y la falta de tiempo.

PAZ

uno

Uno cree que, cuando vuelve, debe dar explicaciones.
Dos, pueden pensar que quizá no haga falta.
Tres son las razones por las cuales creo que no puede ser más trillado decirlo.
Cuatro veces hemos repetido que post-pluma nunca morirá hasta que mueran las ideas post-actuales.
Cinco ya no me dice nada.

05 enero 2008

video de axtla

Esto es la Huasteca Potosina. Nuestra labor social.
Disfruten de nuestro primer video (que salió hace dos años). Ahora hay uno nuevo y mejor, lo publico después.