Me perturba la idea de vivir en un mundo lleno de periodistas. Comparo la agencia informativa en la que "trabajo" (y cualquier agencia de noticias, realmente) a una tienda en época de rebajas. La gente está allí alterada, los ojos medio saltados, la quijada completamente apretada (los dientes apenas aguantan), buscando el último pantalón de a dólar.
Y, si en un momento dado, casualmente dos personas toman el mismo pantalón, ¡uy!, ¡hay te encargo!, se pueden llegar a desatar, en veces, agresivísimas peleas tendidas. Lo peor es cuando se trata de dos mujeres en busca del único bolso rebajado. Algunas toman la desición de, mejor, romperlo: prefieren eso a que alguien más se quede con el objeto, "de eso a nada, prefiero nada: que la otra se friegue".
Muy bien, pues así como lo ven pintado, así es la agencia de noticias. Hay gente que vive allí afuera esperando material, otros lo inventan. Es, no sé, como los perros esperando la comida. Y cuando la noticia llega: adiós amistades. Lo que nos han enseñado es que la noticia es lo primero. Así son nuestras vidas. Así es el desquiciado mundo del periodismo.
Así es el desquiciado mundo. Punto. Pero, ¿sabes? hay un algo que puede ser un respiro: que no todos nosotros estamos desquiciados. O -quizá más acertado- no todo lo nuestro (el yo) está desquiciado.
ResponderEliminarY otro más: que los que estamos desquiciados -ahora sí, lo acepto sin reparos- cambiaremos el mundo para bien. De una bacteria, de un hongo sale la cura.
lo bueno de mi carrera es que nosotros somos la comida y las empresas los perros, la unica diferencia es que nosotros como comida podemos escoger al perro. La verdad sólo espero a que llegue el "perro" correcto, probablemente me espere a estar graduado. solo falta ver si me quedan ganas de ser "comido".
ResponderEliminarDices verdad, mi querido po. Pero no entiendo, oh musas, de dónde el mal produce bien, ¿me lo podéis explicar?
ResponderEliminarY como toda comida tendrán que irse a la cloaca (Cfr. Jesucristo)
ResponderEliminarFe de erratas:
ResponderEliminar"¡uy!, ¡hay te encargo!" debería haber sido: "¡uy!, ¡ahí te encargo!"
El problema es que pronunciamos mal "ahí" cuando usamos la expresión. Pero bueno, esas son cosas que los periodistas no (necesariamente) saben.
Sin embargo no importa mucho, al fin y al cabo el mundo de la información (todavía gobernado por los medios de comunicación) determina realmente el curso del mundo y la Historia. Y los demás debemos aprender a vivir con eso.
PD: Ja, ja, ja. Como ya voy a terminar la carrera me puedo dar los lujos de la mamonería pseudointelectual-filosófica. Sabor a panal y miel que no todos pueden degustar.
¡hay filósofos! Mientras que unos se ponen a mamonear cuando todavía no acaban, hay otros que no mamonean ni aunque hayan terminado la maestría... ¡qué sería esta vida sin ingenieros!
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