03 noviembre 2006

café, exámenes, pantalla electrónica y "el monitoreo"

Me atrevo a poner un post grande. Confío en que mis lectores están acostumbrados a ‘leer en grande’. No me preocupo.


Quiero hablarles del típico tema que no puede fallar para iniciar una conversación atinadamente: el clima. Noviembre es la flemática puerta al invierno. Nos regala ventarrones, lluvias y frentes fríos, pero siempre macerados en temperaturas agradables.


Si has vivido en Monterrey, sabrás que en Noviembre las cosas son un poco distintas: días lluviosos, fríos, cálidos, secos, húmedos, bochornosos, helados, vientos, calores, todo se puede dar a la vez. ¡Al menos dormimos y amanecemos frescos!, diría yo: sobran por acá las noches de calor. Hoy, en cambio, alcanzamos por la madrugada (según un termómetro confiable que deja un amigo mío más o menos honrado) los 3 grados centígrados. ¡Demasiado pronto para tales temperaturas!


Noviembre es también el mes de los muertos, del café y de los últimos exámenes del semestre; el mes en donde los maestros notan que no cubrieron el programa de estudios y entonces, tan sencillo como se escucha, amontonan todo lo sobrante y lo meten en pocos días. No ha sido la excepción este semestre. Una vez me dijo Aristóteles: "la ventaja que sacarás de la filosofía será hacer sin que te lo manden, lo que otros harán por temor a las leyes." Esa teoría no aplica en mí –¿o será que olvidé toda la filosofía que aprendí?-. El punto es que ha pasado el semestre y yo he dejado atrás el maldito monitoreo, que ha interrumpido días y días el sueño de varios compañeros. Ahora, en las últimas semanas, cuando ya todos tienen sus horas de monitoreo cumplidas, estoy yo "dándole al 'pan de muertos'". Ahora sí que estoy haciendo sin que me lo manden y no por temor a las leyes, sino por pánico a las consecuencias.


Se suma además la maldita –otra vez- pantalla electrónica: un banner de luces que programamos los licenciados en ciencias de la información y de la comunicación. Obviamente nadie se digna a voltearlo a ver. Nadie lo percata. De hecho, dicen encuestas clandestinas que el 87% de los alumnos nunca la ha visto o no sabe qué es aquello. Bien, pues se trata de una pequeña pantalla debajo del llamado “sombreado” de la UDEM, que va transmitiendo las noticias más importantes del día. Esas noticias son tecleadas desde la soberbia agencia informativa, por los humildes alumnos de la maestra Alma, de periodismo mundial e informativo. Así las cosas, el café y las pastillas –las pastillas no tanto- han aparecido en nuestros escritorios para tranquilizar nuestras conciencias y sobretodo para despertar aquello que podamos traer en la cabeza para plasmarlo en los exámenes. Así nos irá. ¡Estúdiele! Es el grito que se escucha por los pasillos. Habrá que hacer caso. “Coma saludablemente y maneje con precaución este fin de semana lluvioso”.

3 comentarios:

  1. pues la tele en la mañana decía 12 grados, y cuando está nublado, es muy dificil que este tan variada la temperatura al mismo tiempo en la ciudad. probablemente quizo decir 13 grados, o te dijo 13 y oíste 3, o estaba jugando...

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