calentamiento global-mental

Estamos llenos (¡atiborrados!)
de información
y faltos de ideas;
llenos de imágenes
y faltos de reflexión.
Traigo el tema en la cabeza.
¿Cuántos de nosotros, al hacer una investigación,
preferimos google o wikipedia
en vez de las bibliotecas?,
¿cuántos estamos más al tanto de la vida
de la Britney o de Paris Hilton,
antes de la vida de Morelos
y Benito Juárez -por decir algo?
No me gustan las generalizaciones,
pero la mayor parte de la población mexicana -estoy seguro-
está más familiarizada con los personajes de Rebelde,
que con los grandes pensadores mexicanos.
Ahora mismo, ¿cuántos de nosotros preferimos dedicar
media hora libre al facebook que a los libros?
El problema -ya lo planteaba en la anterior entrada-
es que ya no reflexionamos,
no nos importan las ideas;
no que el mundo del pensamiento avance
-estoy dejando fuera a mis compañeros los filósofos-.
Estamos impresionados con las tecnologías de información,
que nos hacen más fácil la vida y que nos acercan siempre a los nuestros,
pero que fruncen nuestras ideas,
las eliminan.
Una idea es ahora en nuestras cabezas un completo milagro,
como un árbol en medio de la estepa
cuando antes se trataba de bosques.
Estamos sufriendo de una especie de calentamiento global mental
y por éste no estamos haciendo nada.
Que le llamen a
Al Gore.