Esta tarde que llegué a mi casa, mi acordeón ya no estaba, ¿alguien lo ha visto? Me puse a dibujar mapas mentales en pequeñas hojas, que me ayudaran a vislumbrar -recordar- el tamaño del mismo o lo que había en él. Allí, seguro, había desarrollado un nueva nueva premonición. Ahora ya no la recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario