05 julio 2009

El síndrome de la doble aparición


Más que una enfermedad o padecimiento, es un fenómeno. Le llamaré: "el síndrome de la doble aparición" (el “sda”). Ojalá se encuentre entre mi auditorio algún psicólogo, astrólogo, psiquiatra o médico general que tenga respuestas ante éste -y que "deje aquí su milagro"-; quizá José Ángel, químico respetado, pueda tener también respuestas –pon tus comentarios-. Quiero, por este medio, encontrar soluciones. Por eso vuelvo.

Y es que ya son repetidas las veces que soy víctima del “sda” en los últimos meses. Yo mismo me he recetado volver a los problemas matemáticos ante esta situación. He regresado a los libros de lógica e incluso al griego. Es la única solución que he encontrado –estaba en Yahoo! answers-.

Y ¿ya se solucionó?, ¡no! ¡Continúa! La última vez fue hace dos días, cuando apareció esa persona azarosamente por segunda ocasión. ¿Quién era? Y, ¿cómo voy a saber? Si no la conozco.

Veamos:

27 de junio –no estoy seguro de la fecha exacta, pero es lo menos importante-. Sierra Madre Brewing Co. Tomaba cervezas con un amigo. Fuimos allí porque queríamos festejar mi cumpleaños retrasadamente. No pudo ir a mi fiesta y propuso recompensarlo con una “Chipinque” –creo que así se llama la RedAle-. Platicábamos tranquilamente. Subí, de pronto la mirada y noté que alguien me observaba desde la mesa de enfrente. Me parecía conocido, de hace algunos años, pero me “sordeé”.

29 de junio -dos días después-. Recorría la ciudad con mi 206. Una mirada vuelve a llamar la atención. Se trataba del mismo sujeto, mirándome de la misma extraña manera.

Ok. No le pones atención si te pasa una sola vez. Pero ¡¿qué si tu vida de pronto se llena de esos encuentros?! Es decir, ¿cuál es la probabilidad de que dos sujetos completamente extraños se encuentren en dos sitios distintos y sin ninguna conexión entre sí?

Antes del 27, tuve un caso de “sda” con sólo horas de retraso. Me encuentro a una persona en el supermercado. Me topo con ella. Me pregunta algunos detalles de mi compra. Nos vamos. A las pocas horas estábamos los dos en una plaza de la ciudad. Dos rumbos completamente distintos. Otra mirada azarosa. Y fin.

¿Será una especie de Déjà vu?, ¿de un extraño sentido de familiaridad pero con personas específicas?, ¿me estará haciendo daño estar frente a las computadoras por más de 12 horas diarias?, ¿será problema del alcohol?, ¡son mis premoniciones de vuelta!


La imagen es de Matthias Clamer

7 comentarios:

  1. Lasprobabilidades son medianas, no son tan bajas como crees, pues diria un amigo mío: que pequeño es el mundo... el mundo burgues

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  2. Por cierto, me borraste de tus recomendaciones!!!!!!!

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  3. Eso del mundo burguès es real...el circulo es más pequeño de lo que crees.

    aunque en mi caso,yo vivo en el Distrito y me he encontrado a personas en el metro , en distintas rutas, en distintas delegaciones...tal vez lo único extraño es el cruce de miradas, la consciencia mutua de quien se reconoce en medio de los demás...

    en fin si son o no premoniciones...lo sabremos con el tiempo...

    un saludo!

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  4. Wow, no pensé ver mi nombre en tu blog, sobre todo después de... Y no me había metido desde que leí tu entrada de la influenza... bueno, al grano.

    Lo que te puedo decir de probabilidades es el mismo razonamiento tuyo, a la mayoría de nosotros no nos gustan los números, pero el sentido común nos dice que efectivamente, las posibilidades son muy bajas. Pero creo que las chances suben algo, en el sentido de que es mucho más probable toparte con esa persona (llamémosle Individuo o Individua) dos o mas veces si ambos viven en la misma ciudad (y más cuando estudian en la misma Universidad). Un caso mucho más extraño es toparte a Individu@ en Jantetelco (si existe, y ahí estuvimos) y tiempo después en París.

    Probablemente es@ Individu@ es de esas personas con las que llevaste clase y ni te enteraste de su existencia. Me ha pasado en el TEC que me saluda gente que no tengo idea de quienes son, y me da pena preguntar. Una vez le pregunté a una chava que me saludó, y me dice: "Llevamos juntos Química de Alimentos", cuando esa chava nunca antes me había saludado (ni yo a ella), y yo ni enterado estaba yo de su existencia por lo mismo.

    Otro caso es de una persona que desde hace varios años me he topado con el, sin cruzar miradas, pero me lo topo más seguido que a cualquier conocido del TEC, además lo he visto por la colonia seguido.

    El caso tuyo puede ser parecido a algo de ésto. Si te vuelves a topar a aquella persona, y ves que se te queda viendo, puedes acercarte y preguntarle, capaz de que es alguien que "conociste" o te conoció en una fiesta.

    Queda pendiente una discusión de Heráclito, pero explicado con Peras y Manzanas.

    saludos!

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