Madres

Ya he contado hasta el hartazgo la historia de las luces que se apagan en mi cuarto y también la de la puerta que, sola, se golpea; del extraño mundo con que me encontré un día en los ductos del clima de mi casa y de los fantasmas que se esconden bajo la cama. No vale la pena darle más vueltas a ninguno de estos extraños acontecimientos. Quiero asegurar, eso sí, que la vida extra-natural (por decirlo de alguna manera) existe.

Todos nosotros hemos escuchado alguna vez la típica anécdota de aquél a quien se le apareció "alguien" por la noche; la anciana que pide por su alma; el chamuco, que jala los pies del travieso; los elefantes que nadan en el aire, trastornando el sueño del que duerme; y, ¿cómo no? la vieja bruja que se lleva a los niños malportados al mundo de "siempre quizás".

(No incluyo a los aliens dentro de este grupo de historias macabras, esos definitivamente no existen).

Bien. Hemos escuchado hablar de todas estas historias (los aliens no caben aquí, repito) porque de hecho existen. Sí. Han sucedido esas cosas alguna vez. No es mera psicología del que se siente sólo y quiere llamar la atención. No. Estos "cuentos" no son "puro cuento", son reales y científicamente comprobables. Son tan ciertos, que han seguido vivos (como si se tratara de algo más que una mera tradición) a través de los siglos y a través de las culturas. Una vez Yamilet, la cubana, nos puso un video en donde se explicaba todo esto. Es real, les digo. Es de esas verdades que ya nisiquiera hay que plantear.

Eso es todo.