20 octubre 2006

El faro, su guarda y la locura


-Silencio, ¿no te gusta?
-Pues... así como que gustarme no, ¿por qué la pregunta?
-Fui al manicomio ayer por la tarde. Tenía que hacer un trabajo de psicología. Allí me encontré con Joel, ¿te acuerdas?, el famoso guardafaros, el del escándalo, apareció en todos los periódicos y luego nunca se supo más de él.
-¿De qué hablas?
-¿No sabes?
-No, la verdad es que no suelo leer el periódico.
-Mal asunto. Pues bien, el guardafaros al que me refiero, Joel, vivió desde niño en un faro. Allí, él y el silencio convivían día con día. Hasta que, de pronto, el silencio desapareció.
-Y luego...
-¿Qué versión quieres, la de los médicos o la suya?
-Ahm... ¿qué versión se supone que debo pedir?
-¡Qué mal!, bien, te voy a contar la suya, es más interesante.
-Adelante.

(ESTA HISTORIA TAMBIÉN CONTINUARÁ)

4 comentarios:

  1. Bien, les debo una explicación.
    El asunto es el siguiente: si publico la historia toda de un jalón, la leerán, si bien me va, 2 personas. Si publico, en cambio, poco a poco, el auditorio mismo me podrá ir dando pistas de qué es lo que quiere y qué no.
    Disfruten!

    ResponderEliminar
  2. PD: Además, si dan click en la fotografía, podrán ser capaces de bajar un buen fondo de pantalla para su computadora.

    ResponderEliminar
  3. Todavía nos debes el desenlace del lazarillo.

    Y por mí escribe las dos versiones. Una sirve de muy poco.

    ResponderEliminar
  4. ¿Cómo, la historia no es real o por que quieres que te demos pistas? ¿Nos estarás inventando?

    ResponderEliminar